La Práctica

ESTRUCTURA DE UNA CLASE DE HATHA YOGA

La estructura de una clase de Hatha Yoga puede variar dependiendo del maestro y del lugar donde se desarrolle, adoptando distintos enfoques. La duración suele oscilar entre la hora y hora y media de sesión.

La clase consta de 5 fases bien diferenciadas que se complementan para conseguir el mayor beneficio de nuestra práctica. Puede haber diferentes criterios, según el maestro de Yoga, en cuanto al orden de las fases. La estructura siguiente es la que suelo utilizar en mi práctica:

*CALENTAMIENTO

Es importante comenzar nuestra práctica con un calentamiento previo adecuado, realizando movimientos dinámicos, preparando músculos y articulaciones, movilizando la energía, incrementando la circulación y adquiriendo conciencia corporal. Con frecuencia se utiliza una serie dinámica de asanas que se ejecutan fluidamente llamada Saludo al Sol o Surya Namaskar.

*SINTONIZACIÓN

Este momento de silencio nos invita a conectar con nosotros mismos, valiéndonos de la respiración conciente y la atención plena, a fin de focalizar nuestra práctica. adquirir conciencia corporal y centrarnos en el momento presente.

*ASANAS

Ésta es la fase de mayor duración, compuesta por una selección de posturas llamadas asanas, dispuestas en un orden específico, y orientadas al objetivo planificado de la práctica, que bien puede ser un problema físico concreto, equilibrar una emoción, armonizar un chakra, subir la energía, calmar el sistema nervioso, etc.

*PRANAYAMA

Es el arte de respirar de manera conciente y correcta. Si bien durante toda la práctica de Yoga procuraremos estar atentos a nuestra respiración, personalmente me resulta muy beneficioso dedicar unos minutos dentro de la sesión de Yoga a realizar ejercicios de respiración. Porque respirar es vivir y vivir es respirar, existen diferentes técnicas de respiración yóguica capaces de liberar bloqueos emocionales y del aparato respiratorio.

*RELAJACIÓN

Las técnicas de relajación son parte fundamental dentro de la práctica de Yoga, ya que nos permiten reconocer las tensiones corporales y nos enseñan a soltarlas, nos ayudan a cesar el flujo de pensamientos y calmar la mente, permitiendo la conexión con nuestra esencia.