viernes, 27 de julio de 2018

NEUROMARKETING Y CONSUMO RESPONSABLE

El neuromarketing es la ciencia de la decisión humana. Neuromarketing aplicado es utilizar los hallazgos de la neurociencia para mejorar ventas y marketing.
Las técnicas de neuromarketing analizan los niveles de emoción, atención y memoria, percibidos consciente o subconscientemente, con el objetivo de predecir la conducta del consumidor. Se utilizan mediciones psicofisiológicas, como encefalografía, resonancia magnética funcional, seguimiento ocular, ritmo cardíaco, respuesta galvánica de la piel, imágenes térmicas, etc., para conocer el comportamiento del consumidor.

No es mi intención juzgar la labor de los profesionales del marketing y del más recién llegado neuromarketing, es su trabajo y, teniendo en cuenta que vivimos en una sociedad de consumo, cada uno de nosotros pone los límites éticos-morales, dentro de la legalidad, donde lo cree oportuno.

Sin embargo, considero que es valioso estar informados de la utilización de estas técnicas por parte de las empresas, para decidir si permitimos que nos manipulen o intentamos tomar decisiones conscientes como consumidores, sobre todo en lo que afecta a nuestros niños, que también son consumidores.

Según el psicólogo Daniel Kahneman en su publicación “Thinking. Fast and slow”, existe un esquema dual, cómo no, al que se refiere como Sistema 1 que es automático, esclavo de las emociones, inconsciente, sin esfuerzo cognitivo, y el Sistema 2 que es deliberado, reflexivo, y con esfuerzo cognitivo. Según Kahneman la mayoría de nuestras decisiones cotidianas son obra del Sistema 1.
Resuelve el acertijo:
Un bate y una pelota cuestan $1.10
El bate cuesta un dólar más que la pelota.
¿Cuánto cuesta la pelota? La respuesta de 10¢ se presenta como una solución rápida, pero es incorrecta. Para hallar la respuesta es necesario utilizar el Sistema más fatigoso para nuestro cerebro.
Lo cierto es que tenemos tendencia a dejarnos embaucar si no nos esforzamos en aplicar el pensamiento crítico a la hora de tomar decisiones, tarea difícil, ya que a nuestro cerebro le gusta trabajar en automático.

El publicista danés  Martin Lindstrom, en sus libro “Buyology” y “Así se manipula al consumidor”, saca a la luz los secretos y trucos psicológicos en publicidad de las grandes marcas para influenciarnos a comprar sus productos, productos que muchas veces no necesitamos. El autor denuncia los excesos de la industria publicitaria pretendiendo generar miedo y culpa al consumidor porque es lo que más funciona, crear adicciones, explotar en exceso la atracción sexual, generar inseguridad, etc. Claros ejemplos de éstas técnicas son los anuncios de alarmas para el hogar induciendo al miedo de que nuestra familia pueda ser dañada por asaltantes, el uso de potenciadores de sabor en los alimentos para generarnos adicción a ellos, la utilización de la baja autoestima de algunas personas para sugerir que un desodorante o un determinado coche puede proporcionarles mayor aceptación social, etc.

No creo que debamos demonizar el neuromarketing, porque al fin y al cabo, la decisión de compra corre por cuenta nuestra, pero sí debemos ser conscientes de ello, de la repercusión de nuestros excesos consumistas, y de cómo afecta a los niños. En mi humilde opinión, sería maravilloso para nosotros como humanidad, tender gradualmente hacia otro sistema de desarrollo, menos consumista y más cooperativo, inclusivo y conectado con la vida natural. ¿Utopía? ¿Por dónde empezar?

Aquí os dejo algunos tips para ser consumidores responsables por nuestro bien y el de nuestro hogar, el bello planeta Tierra :

·        Practicar la atención plena
·        Hacer una lista de compra
·        Evitar ir a comprar con los niños, cuando sea posible
·        Pagar en efectivo te hará más consciente del valor del dinero
·        No ir de compras con hambre
·        ¿Qué pasa si no compras ese producto?, si no pasa nada, no lo necesitas
·        Pensar en el impacto ambiental y la necesidad de generar menos residuos
·        Antes de pasar por caja, tomarse un minuto para analizar la compra
·        Llevar un control de gastos mensuales en una pequeña libreta
·        Buscar aficiones gratuitas que reafirmen que no todo lo placentero se compra
·        No llevar encima más dinero del necesario
·        Practicar Yoga, Yama y Niyama

Si todos ponemos nuestro granito de arena, podemos hacer un mundo mejor, el cambio empieza por uno mismo.
Namasté. 💗


3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Pensando en este tema se me vino a la cabeza: "no es más rico aquel que tiene más sino el que menos necesita".Es verdad nos embaucan, nos quieren crear la necesidad y nos convertimos en consumidores irresponsables, esclavos de nuestra emociones. Interesante el aporte de Daniel Kahneman sobre el esquema dual y nuestros modos de operar. Gracias por los tips para ser consumidores responsables. Algunos de ellos los vengo poniendo en practica , tendré en cuenta aquellos que aun no.

    6 de agosto de 2018, 6:43

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    1. Ese dicho es tan popular como cierto, y es una bendición darse cuenta de que podemos permitirnos pensar por nosotros mismos y decidir cómo vivir y sentir.

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